Es bastante natural que los hombres que buscan perfiles de mujeres en línea quieran reducir sus gastos y sigan buscando sitios gratuitos. Es una preferencia perfectamente legítima. ¿Por qué pagar por algo que se puede obtener gratis?
Así que, antes de hablar de nuestros servicios, hablemos de las “citas gratuitas” en general. ¿Es posible conocer, cortejar y casarse con una mujer rusa o ucraniana sin gastar nada?
Si la respuesta fuera “sí”, entonces habría que dar respuestas plausibles a las siguientes preguntas:
- Si un sitio de citas es 100 % gratuito, ¿quién se encarga de verificar, autenticar y moderar los perfiles de las mujeres rusas o ucranianas? No puede ser voluntario ni gratuito, porque detrás de la parte visible hay todo un trabajo minucioso que requiere varias personas a tiempo completo.
- Pregúntate también por qué solo entre el 10 y el 15 % de las mujeres en los sitios de citas gratuitos son perfiles reales. ¡El resto son estafas!
Lo diremos con un toque de ironía:
- Si estás en contacto con una mujer rusa o ucraniana y quieres ir a conocerla, ¿crees que el billete de avión será gratis?
- ¿Te ofrecerá el hotel una habitación gratuita para tu alojamiento?
- ¿El florista o el joyero te darán flores o joyas gratis?
- ¿Aceptará la mujer rusa o ucraniana compartir la cuenta en el restaurante, sabiendo que nunca saca la cartera para pagar durante una cita?
El sueño de algunos hombres de conocer a una mujer rusa o ucraniana en un sitio de citas gratuito e invitarla a su casa sin moverse del sofá es la causa principal de casi todas las estafas amorosas. Luchamos contra estas prácticas a diario a través de nuestro portal “allaboutdatingscams.com/es”, lanzado en 2010, que es el mayor portal gratuito en francés e inglés dedicado a combatir las estafas sentimentales.
Evidentemente, se necesita un presupuesto mínimo razonable si realmente se quiere alcanzar el objetivo de tener una relación duradera o casarse con una mujer rusa o ucraniana.
No recomendamos pagar las tarifas exorbitantes de las agencias matrimoniales occidentales que te cobran cientos o miles de dólares solo por unirte a su sitio, y que luego no dudan en pedirte unos miles más para cubrir los costos de un viaje organizado por una agencia local dudosa, para conocer a una mujer que, como por arte de magia, ya no estará disponible a última hora o que te verá durante tu estancia y desaparecerá inmediatamente después de tu partida.